Durante los primeros meses de vida, nuestro bebé está abierto a un mundo nuevo y por conocer; no tan solo por las personas (mami, papi, hermanos, abuelos) y las cosas que lo rodean sino también por su propio cuerpo que es una herramienta que el niño no controla aún. Nuestro bebé no tiene coordinación y control de sus propios movimientos, incluso en alguna ocasión puede asustarse con su propio estornudo ya que está descubriendo los sonidos de su cuerpo y su propia voz. Por ello, conveniente establecer con ellos una serie de estímulos mediante el juego. De la confianza en sus posibilidades dependerá en gran parte su desarrollo psicomotriz. Además, este desarrollo está también vinculado a la autoconfianza del niño "puedo" o "no puedo". Nuestro hijo utiliza el juego como un medio para comunicarse con su entorno. Mediante el juego desarrolla capacidades físicas, emocionales y cognitivas. El juego estimulado por nosotros, los padres, va a ayudarles a enfrent...