Tras unas semanas de descanso y desconexión total retomo la vuelta la
rutina, aunque esta vendrá con alguna paradita porque el verano no ha terminado
y seguro que encontramos algún hueco para seguir desconectando.
Cuando María nos dijo que la sesión dudaría aproximadamente cuatro-cinco horas,
nos asustamos un poco, pero es que
hace falta mucha mucha paciencia y buen humor para
conseguir unas imágenes únicas de tu peque. Por eso el primer paso es reservar toda
la mañana para la sesión, es la
mejor manera de realizar el reportaje con total tranquilidad, y sin prisas.
Las fotografías de recién nacidos se suelen
realizar durante
los 15 primeros de vida, lo ideal es entre los cinco y los 12. Durante este periodo, los bebés pasan la mayor parte del tiempo
durmiendo. Después de haber pasado nueve meses en nuestra tripita hechos una
pequeña bolita, es muy fácil volver a colocarles en esas posiciones,
enroscaditos y acurrucados. Pasados los 15 días, los bebés comienzan a
pasar más horas despiertos, están atentos a todo tipo de estímulos y empiezan a
tener más fuerza en las. Además pasado este tiempo es más fácil que aparezcan los
temidos cólicos y el bebé esté más molesto.
Lo ideal es hacer las fotos con el bebé dormido, él es el jefe de la
sesión y a lo mejor le tenéis que dedicar tiempo a dormirle, sólo paciencia,
costará un poquito más pero al final se consigue. Para ello se pueden usar
muchos trucos (ideas de María), como el secador, infalible si lo colocáis al
lado encendido en una posición suave.
Además, durante la sesión (que son unas cuantas horitas) tu peque hará sus cositas, pis y caca, ten preparados
unos cuantos empapadores a mano para llegar a tiempo cuando se ponga a ello. A
pesar de todo será inevitable que alguna vez se lo haga encima y sobre los decorados,
los fotógrafos ya están acostumbrados a ello, no te preocupes.
Otro aspecto a tener en cuenta, sobre todo en otoño e invierno, es la
temperatura de la estancia que hayáis elegido para las fotos (salón o vuestra
habitación), debe tener un temperatura templada porque el bebé va a estar casi
todo el rato desnudito.
¡Disfrutad mucho de la sesión y si os
apetece animaros a ser también “protas” junto a vuestro peque en algunas de las
fotos, ya os digo que son recuerdos que no vuelven atrás!
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