Impacto de las pantallas en nuestros hijos y en nuestra familia

Esta semana Empantallados ha presentado el primer informe sobre el impacto de las pantallas en la vida familiar, realizado entre casi 1.500 familias con hijos menores de 18 años.

El objetivo de la investigación es generar conciencia acerca de la importancia de una gestión responsable y saludable de las pantallas en el hogar, con el fin de proteger a los menores en internet e impulsar iniciativas para acompañar a los padres en la educación digital de sus hijos. Además de los datos, el informe incorpora la opinión de expertos, recomendaciones de Empantallados para facilitar a los padres y madres herramientas útiles y aplicables en sus hogares.
Por si lo desconocíais Empantallados es una iniciativa de Fomento de Centros de Enseñanza, en colaboración con numerosos expertos de la educación y la tecnología, dirigida a papás y mamás. Es una plataforma online que nació en abril de 2017 con el objetivo de ayudar a las familias a educar a sus hijos en el entorno digital. http://empantallados.com/
Aquí el link del estudio, también puedes descargarlo en la web de Empantallados.

El entorno multipantalla es común en nuestros hogares
Tener varias pantallas en casa es una realidad, habitualmente coexisten al menos un smartphone, una televisión, un ordenador, una tableta y una videoconsola. El smartphone es el dispositivo con mayor presencia en los hogares. En la mayoría hay de media tres. La televisión es el segundo dispositivo que aparece con mayor frecuencia (2,3), seguida de cerca por los ordenadores (2 por hogar). El 66% de los encuestados reconocen que las pantallas contribuyen notablemente a gestionar las actividades familiares. La mitad afirma que las pantallas facilitan la comunicación durante el día con su pareja.
Pero las pantallas también se han convertido en un tema de conflicto entre padres e hijos. A menudo, la falta de normas claras en torno al uso de la tecnología o, en caso de haberlas, la falta de compromiso de sus miembros hacia ellas, se traduce con frecuencia en discusiones y quebraderos de cabeza de los padres. Un 44% de la población encuestada asegura que las pantallas son objeto de tensiones familiares, y uno de los principales motivos de preocupación de los padres. Niños que cenan viendo la TV,  adolescentes que anteponen una partida de videojuegos a la tarea escolar, notificaciones en medio de la comida, conversaciones familiares reducidas, porque todos estamos demasiado ocupados hablando con alguien más, etc. Son escenas cotidianas que, con facilidad, se convierten en el centro de los conflictos. ¿Te resultan familiares? Si observamos que en nuestra casa impera la ley de las pantallas, los expertos recomiendan ‘desintoxicarnos’ de alguna manera. Y nos ofrecen algunas pautas, como dejar a un lado móviles y apagar la TV durante las cenas entre semana o las comidas de los fines de semana, aprovechando estos momentos en familia para conversar y estar pendiente de lo que come.

Mediación entre los hijos y la tecnología
Por otro lado, el estudio revela el nuevo papel de los padres como mediadores entre los hijos y la tecnología. A mí todavía no me ha tocado porque mis enanos son muy pequeños pero es un problema que me preocupa y que no tardará en llegar. Es alarmante que solo 4 de cada 10 hijos mayores hablen con frecuencia con sus padres sobre lo que hacen en Internet. No es de extrañar que los padres se muestren preocupados por la relación con desconocidos y el ciberacoso. Para prevenir riesgos y establecer un buen uso de la tecnología, los expertos de Empantallados recomiendan hacerse algunas preguntas relacionadas con los contactos, los contenidos y las conductas de sus hijos en internet:
¿Tengo instalado en casa algún dispositivo de control parental que filtre el acceso a contenidos que no deseo para mis hijos? ¿Están accediendo a contenido adecuado a su edad? ¿Me informo y propongo contenidos de interés y adaptados a su edad? ¿Valoro que el uso de las pantallas sea interactivo o creativo, o gana el consumo pasivo? ¿Están los dispositivos que usan en casa configurados para menores y en lugares de paso o zonas comunes, que faciliten la supervisión?
La mayoría de los padres entrevistados se muestra a favor de implementar medidas de control básicas de uso de pantallas, como supervisar el contenido del móvil de los hijos menores (88%) o fijar un horario de uso de internet y acceso a redes (86%). Los expertos recomiendan además hablar con nuestros hijos: preguntándoles con verdadero interés por lo que hacen cuando están frente a la pantalla. Otra fórmula interesante es aprovechar la tecnología disponible para abrir la mente y aprender algo nuevo. La red está llena de aplicaciones y tutoriales sobre hobbies. Usando estos instrumentos podremos después enseñarles a ellos y acompañarlos en este viaje tan interesante que es la revolución digital.

La gran duda ¿con qué edad le compro su primer móvil?
En este punto la implicación social afecta bastante, esto es, la llegada del primer móvil a los amigos o compañeros de clase. El estudio informa que el 61% de los hijos mayores del hogar ya tienen smartphone; la mayoría lo recibió entre los 11 y los 12 años. El 38% de los padres reconoce que compró el primer smartphone a su hijo mayor para tenerle localizado. La mitad de los padres considera que fue un acierto comprarle el primer móvil a su hijo. Cuatro de cada diez opinan que fue un error y que el teléfono móvil llegó demasiado pronto. Los expertos nos recomiendan preparar a nuestros hijos para el uso de la tecnología desde bien pequeños, mucho antes de tomar esas grandes decisiones de la compra de un primer móvil o una tableta. Conócelos, charla y conecta con ellos y hazte imprescindible en su vida: que no le pregunten a Siri lo que quieras explicarles tú.

¿Somos buenos modelos los padres?
Aunque el 56% cree hacer un uso saludable de las pantallas y ser buen ejemplo para sus hijos, 3 de cada 10 padres y madres reconocen hacer un uso excesivo de las pantallas.
Hemos de intentar que nuestro ejemplo y reacciones ante lo tecnológico sean educativas: no entrar en casa con el móvil pegado a la oreja sin saludar a quienes están, no dormirnos consultando la Tablet. ¿A qué te suenan también estas escenas familiares? Toma nota de estos tips y desconecta cuando estés con tus peques:
• Traza una separación entre el tiempo de trabajo y el tiempo familiar. A veces, un simple gesto, como no dejar el móvil a la vista, puede contribuir a tu desconexión.
• Establece momentos de atención exclusivos para tu familia: por ejemplo, recibe a tu hijo a la salida del colegio sin estar mirando el teléfono.
• Sé el primero en liberar de móviles y otros dispositivos la mesa de las comidas. Trata de ‘olvidar el teléfono’ durante eventos familiares y excursiones.
• Ve por delante, y fíjate tareas o planes a realizar antes de volver a coger una pantalla: ordenar el armario, hacer un puzzle con… antes de ver la serie… Comparte con tus hijos ese reto.
• Obsérvate cuando ves la televisión, y vigila si coges otras pantallas a la vez. ¡¡Alarma!!
• Deja el móvil cargando fuera de la habitación o alejado de la cama.