Siempre
he tenido claro que Adrián tendría un hermanito o hermanita. Mi infancia, mi
juventud y mi vida ahora no habrían sido igual sin mi hermana Cárol a mi lado.
Un hermano es tu mayor un apoyo, un amigo (yo diría que el mejor), alguien con
quien jugar (y también pelear a veces), con quien compartir secretos, en
definitiva un compañero de viaje. También quise que entre ellos no hubiera
mucha diferencia de edad, sé que al principio puede ser una locura ¡juntarte
con dos bebés! pero pensándolo bien creo que es una inversión a largo plazo.
En el blog
hace unos meses compartí mi reflexión de por qué tener un segundo hijo (gana la
balanza y por mucho).
Y así fue como llegó a nuestras vidas Alonso…
Mira que caprichoso es el destino que con los dos salía de cuentas el mismo
día, un 20 de mayo (dos años más tarde), pero ninguno de ellos nació en esta
fecha: Adrián un mes antes y Alonso 18 días. Y no os voy a engañar, el
principio fue difícil, nos juntamos con dos bebés: dos cambios de pañal, vestir
y desvestir dos niños, biberones a todas horas,
los cólicos y el reflujo de Alonso también
algo de celos por medio. En esta entrada algunas cosillas que debes saber precisamente
de los celos.
Hubo
momentos de crisis, de querer llorar o viajar a un país remoto, son segundos
pero pasa, es normal, en estas situaciones “KEEP CALM”, no dejes que tus
nervios estallen. Y si pasa no te fustigues por ello, somos humanos, cometemos
errores, lo importante es rectificar y canalizar esa energía de otra manera. No
sé cómo lo han hecho otras mamás, yo os cuento mi experiencia por si os ayuda y algunos pensamientos que
quizás os sirvan de consejo:
-Lo
que te voy a contar aquí es difícil pero inténtalo: “busca tiempo para ti”,
vale que tu peque depende del pecho cada pocas horas, que tu hijo mayor demanda
a su mamá mucho más de lo normal, pero busca -aunque sea 15 minutos al dí-a para
salir a correr, dar un paseo, un baño de espuma, ir a una tienda…
-No
te culpes, si tu hijo mayor ve demasiada tele, si no le bajas al parque … es
pura supervivencia. Las primeras semanas/meses de un bebé son de alta demanda,
cuando te dicen que no vas a sacar tiempo ni para ducharte, no te mienten. Pues
imagínate si tienes que atender a otro bebé de apenas dos años. Intentas
estirar lo minutos al máximo, sacar manos de donde no las hay pero no te
martirices si no llegas a todo, si abusas de horas de dibujos, si un día no
puedes bajar a la piscina a tu hijo mayor, o no te da tiempo a bañarle… esta
situación no va a durar eternamente, es un momento concreto de la vida.
-Busca
ayuda, tu marido fundamental. En mi caso se juntó con una temporada dura en su
trabajo, al que tuvo que dedicar muchas horas. Busca apoyo también en tu familia:
“abuelos power”, tus hermanos, etc. Cualquier mano que te tiendan te va a venir
fenomenal. Yo decidí irme casi un mes a la playa con mis padres, mi hijo mayor
disfrutó mucho y yo tenía un gran apoyo.
-Red
lips, que quiero decir con esto, intenta no descuidarte, ponerte un poco de
colorete y alisarte el pelo aunque sea en cinco minutos, siempre ayuda y da
subidón verte decente frente al espejo.
Sé
que es difícil al principio, pero ahora que veo la situación con perspectiva -
casi dos años- después os aseguro que todo va mejorando. Tu hijo mayor va
perdiendo los celos, se hace cada día más independiente, los hermanos empiezan
a compartir momentos de juego, besos, caricias (también peleas, eh!). No
cambiaría por nada vivir estos momentos, ver la confidencialidad que se va
creando entre ellos. Espero que os ayude mi experiencia, en muchas ocasiones
reconforta escuchar las palabras de otras mamás y papás que han pasado por lo
mismo.
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