Había
oído hablar de lo que una lavadora o la campa extractora de humos pueden hacer
frente al llanto de un bebé en alguna conversación de mamis en la cocina de mi
ofi, e incluso había leído alguna cosa en revistas de familia…. hasta que lo
descubrí durante la sesión de fotos con mi segundo hijo en forma de secador.
El
ruido blanco se define como el conjunto de sonidos que se escuchan de fondo y
de forma repetitiva, y que se producen al combinar todas las frecuencias
existentes. Para que nos entendamos puede ser el ruido de un secador, el ventilador,
la campana de la cocina, la televisión, etc. Aunque a muchos os cueste creerlo,
ayudan a conciliar el sueño. El truco se encuentra en que el ruido blanco
enmascara otros sonidos que frustran la armonía
del sueño de tu bebé. Otra explicación de por qué les gusta tanto este ruido es
que los bebés, mientras se encuentran en el vientre materno, escuchan
continuamente el sonido de la circulación sanguínea por la placenta. Por esta
razón, el ruido blanco puede recordarle al útero materno, lo que le transmite
confort para tranquilizarse.
A
partir de ahora ten en cuenta este gran aliado a la hora de ir a dormir y
relajar a tu peque.
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