Zas!
Hace unas semanas nuestro hijo mayor perdió, o más bien diría que se dejó
“literalmente” un diente (de leche, aún tiene dos años) en la mesa del salón.
Os podéis imaginar el susto que nos dimos por lo aparatoso que son los golpes
en la boca y porque -no nos vamos a engañar- para las mamis no es plato de
gusto que la sonrisa de tu peque se vea mellada, sobre todo si la pieza en
cuestión que falta, es uno de los dientes que conocemos como “paletos” y que
tan visibles son cuando nuestros peques se ríen (ainnns no le acababa de apenas
salir hace un año y ya lo ha perdido...).
Lo
primero que tenéis que hacer si vuestro hijo sufre un accidente parecido es guardar
la calma, of course, buscar el diente caído (el de nuestro hijo apareció encima
de la mesa sin tener que ni buscarlo) y acudir a los servicios de urgencias
para que un médico valore la gravedad del golpe, si ha afectado al maxilar, si
hay más contusiones, etc. Aunque parezca curioso en el caso de las piezas de
leche es mejor que el diente se caiga y salga con la raíz, a que se meta para
dentro porque esto puede ocasionar mayores complicaciones a la larga para la
salida del diente definitivo. Si el médico valora que no ha sido un golpe grave
os mandará a casa tal cual, pautando, si hay dolor, ibuprofeno.
Al
cabo de los días deberéis acudir al dentista para que valore cómo ha
evolucionado el golpe, que no hay infección (se vería porque la zona de la
encía se pondría morada o saldría una especie de espinilla), el dentista os
hará un seguimiento periódico para ver que todo evoluciona sin complicaciones,
que no se montan los dientes y queda espacio para el diente definitivo (que
suele salir sobre los seis años). Y a nivel estético, ¡hay queda el hueco!, hay
soluciones pero en un niño de dos años son molestas. Si tu hijo es un pelín
mayor (3-4 años) se puede poner un espaciador con una pieza que reproduce el
diente caído, este espaciador consta de un alambre que va por detrás de los
dientes y se sujeta en las últimas muelas.
Todo
lo que os he contado es para dientes preliminares, en el caso de que fuera definitivo
se debe actuar de otra forma, guardar el diente caído en leche o bajo tu lengua
e ir corriendo al dentista para que puedan volver a colocar la pieza en la boca
de tu peque.
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