Hoy quiero arrancar la aventura
de este blog haciendo una reflexión sobre lo que significa ser una supermamá y
ofreciendo unos tips que pueden ayudaros en este camino. Partamos de la base
que TODAS las MAMÁS ( y recalco lo de TODAS) lo intentamos hacer lo mejor posible. Pero no
nos llevemos a engaño, no es fácil en los tiempos que corren, donde a menudo
tenemos que hacer malabarismos para compatibilizar el trabajo, con la crianza
de nuestros hijos, atender el hogar y tratar de estar estupendas a primera hora
del día en la oficina con el rimmel ya puesto en el ojo.
Yo llevo más de un año (tiempo cuando tuve que reincorporarme a mi trabajo) tratando de serlo… os
confieso, aún no lo he conseguido, pero no dejo de desearlo cada día y soy
feliz intentándolo. Espero que estos tips os puedan ayudar también a vosotras:
1. No
escuchéis los consejos de nadie: bueno esto seguro que ya lo habéis
experimentado desde que distéis la noticia de vuestro embarazo, entonces vecinas,
amigas, suegras, todo el mundo os estará dando consejos sobre cómo tendréis que
dar de comer a vuestro hijo, qué cuna o carrito comprar… Mi consejo es que no
escuchéis a nadie y que os dejéis guiar por vuestros propios sentimientos e
intuiciones.
2. Superpapá
también existe: y al igual que nosotras también tiene que intentar serlo cada
día. Nosotros elegimos en nuestra rutina familiar que yo sería quien me
reduciría la jornada laboral para evitar dejar a nuestro pequeño en la
guardería durante todo el día, y es cierto que el gran peso del cuidado recae
en mí durante la tarde, pero cuando superpapá llega a casa es su turno. (Y por
la mañana también porque es quien lleva a nuestro peque a la guarde).
3. SOS
abuelos: el mundo ideal no existe, superpapá vuelve a veces tarde de trabajar y
cuando llega el jueves y llevamos arrastrando el cansancio de la semana, esto
puede pasarnos factura. Por eso mi consejo es que te rodees de ayuda, toda la
que te sea posible. A menudo esta ayuda viene de mano de unos superabuelos, en
mi caso los abuelos maternos, mis padres, sin ellos no sé queésería de mi vida,
especialmente ahora que estoy embarazada de nuevo. Ellos han cuidado de mi
pequeño cuando tuve que incorporarme al trabajo (ya sabéis que en nuestro país
las bajas maternales son irrisorias, con apenas cuatro meses tienes que
despegarte de tu bebé). Nosotros tuvimos la suerte de contar con ellos y
pudimos retrasar unos meses que fuera a la guardería, donde claro, esa es otra…
al principio lo cogen todo (en serio no sabía que hubiera tanto virus pululando
por el aire de Madrid). Gracias superabuelos por estar ahí cuando nuestro
pequeño se pone enfermo.
4. No
te sientas mal por tener que ir a la oficina: no nos queda otra, la mayoría de
las familias tenemos una hipoteca y otros gastos que afrontar mensualmente y un
sueldo no da para todo. Tus hijos van a estar bien cuidados en la guarde o con
los superabuelos, o si has buscado alguien para que se quede con ellos en casa.
Mi único consejo, es que intentes que no sea una jornada demasiado larga y si
tienes la oportunidad, trata de disfrutar de tu hijo por las tardes, todas las
horas y minutos que puedas.
5. Tampoco
te sientas mal por ir a la peluquería, o pintarte las uñas: es necesario desconectar
unas horitas y dedicarnos un tiempo a nosotras mismas. El rimmel puesto, unos
tacones y las uñas rojas me hacen sentirme más positiva. No olvidéis que
además, de mamis, seguimos siendo también “women”.
6. Coge
a tu hijo siempre que quieras: esto viene un poco ligado con mi primer tip, no
escuches a nadie, cuando tu hijo llore o ría o simplemente cuando tu quieras,
cógele en brazos. Duérmele en tu cama si te apetece, échate la siesta a su
lado. Ellos necesitan tu cariño más que nada en el mundo, y tu, tu también
necesitas el suyo.
Comentarios
Publicar un comentario