El
porteo es una práctica que viene de la antigüedad, y que se ha puesto de moda
en los últimos años. Ya somos muchos los papás que nos decidimos por este medio
de transporte cercano, acogedor y funcional. Sabiendo cómo colocar bien a tu
bebé (postura, hacia donde debe mirar…) el porteo puede ser una excelente
manera de llevarlo en distintas situaciones. Yo con Adrián lo utilizaba cuando
quería ir rápido a hacer algún recado o para bajarlo a la piscina o para dar un
pequeño paseo. Es verdad que si el paseo iba a ser larguito preferíamos
utilizar el carro, sobre todo porque las primeras salidas con Adrián eran en
pleno verano y en el carrito iba más fresquito (él, y los porteadores, su papá
o yo).
¿Cuáles son los beneficios del porteo?
Permite
a nuestro bebé tener un contacto físico con la mamá o el papá, lo que resulta
muy tranquilizador para él que se siente más seguro y protegido.
Al
estar en contacto con nuestro pequeño podemos detectar antes sus necesidades y
satisfacerlas más rápidamente.
Resulta
muy cómodo para los papás porque nos deja las manos libres y así podemos hacer
ciertas actividades cotidianas con nuestro peque encima.
¿Qué cuidados hay que tener cuando
porteamos a nuestro bebé?
La Asociación Española de Pediatría (AEP) en su web nos ofrece estas recomendaciones de uso de los cabestrillos portabebés:
· Vigilar
con frecuencia su postura (la cara del niño debe permanecer siempre visible).
·
Vigilar
que el niño respira libremente.
·
Evitar
que la cara se apoye contra el cuerpo del adulto.
·
No
utilizar este sistema de transporte en un vehículo.
·
Utilizar
siempre sistemas portabebés apropiados para el peso y la edad del bebé.
·
Se
debe comprobar diariamente la tela, las costuras, la presencia de pliegues y
los broches o cremalleras del artilugio.
·
No
se debe utilizar el cabestrillo si se van a practicar determinadas actividades
que acarreen riesgo de caídas (subir laderas, montar a caballo, montar en
bicicleta, patinar, etc.)
·
Evitar
zonas deslizantes que puedan ocasionar caídas.
·
En
el caso de los portabebés de espalda, comprobar que el niño no puede coger
cosas peligrosas.
·
No
cocinar con el niño puesto en el portabebés, por el riesgo de quemaduras.
Posturas correctas/incorrectas cuando
porteamos:
Aquí
podéis ver algunas imágenes con la postura correcta/incorrecta para llevar a
vuestro bebé (fuente AEP):
¿Qué opciones de porteo
tenemos?
En
general, por su facilidad de uso y por su comodidad, las mochilas suelen ser
los portabebés más demandados, aunque parece que últimamente las familias están
empezando a animarse con los fulares y otras herramientas de porteo:
Mochila, el clásico… (el que yo he practicado con mi primer
hijo. Respetan la posición natural de nuestro bebé e incorporan acolchados
reforzados en la espalda y en la zona de la cabecita. Por lo general suelen ser fáciles de usar,
gracias a su sistema de ajuste rápido e intuitivo, y permiten llevar a nuestro
pequeño en varias posiciones: de cara a nosotros, de cara a la marcha, sobre la
cadera y a espaldas, ¡¡pero ojo!! no todas, la mía es un modelo clásico de la
firma Babybjörn y sólo permite la primera postura. Consulta bien las recomendaciones/instrucciones
del fabricante.
Fular (me han regalado uno para utilizar con
Alonso, ya os contaré la experiencia), consiste en un trozo de tela de longitud
variable que envuelve al bebé y se coloca alrededor del cuerpo de los papás,
permitiendo ajustarlo en la posición deseada de forma sencilla mediante nudos.
Una variante del fular es la bandolera de anillas, cuyos extremos van unidos
mediante una anilla que facilita el anudamiento.
Mei Tai de origen oriental, es similar a la
mochila ergonómica aunque el ajuste se realiza a través de nudos sencillos. Consiste en un rectángulo de tela con cuatro bandas anchas que se anudan sobre
los hombros y en la cintura, estas bandas suelen estar acolchadas.
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